viernes, 18 de marzo de 2011

EL DISCURSO DEL REY

 
Si muchas veces nos sentimos impotentes cuando no encontramos la respuesta correcta ante una situación que no esperamos, si tenemos en la punta de la lengua la frase perfecta pero no nos sale, si sabemos y estamos tan convencidos de todo lo que queremos expresar pero no encontramos el modo de hacerlo, si algo nos frena una vez en puntuales ocasiones, imaginemos que nos frena todos los días, en cada momento y ante cualquier situación.
 



La disfemia (o tartamudez, como comúnmente se conoce) es una disfluencia en la emisión del habla y de la comunicación, caracterizada por una serie de bloqueos, repeticiones o prolongaciones de sonidos, sílabas o palabras (monosílabos), durante la emisión del discurso.

¿Y si esto le ocurre a un rey? Un rey que continuamente debe dar discursos y hablar con otros jefes de estado de diferentes naciones para llegar a tratos y acuerdos. Y si además tiene la suerte, o desgracia, de tener que servir a su nación durante la noticia del inicio de la II Guerra Mundial. ¿Cómo un rey con tartamudez puede ser un buen rey para una nación? ¿cómo puede cumplir sus funciones como rey ante un problema en la fluidez del habla?

Este es el tema central de “El Discurso del Rey”, pero si eres capaz de meterte en el personaje, de vivir su vida y de sufrir su sufrimiento comprenderás que es lo que se siente con la sensación, y realidad constante, de no poder expresarte tal como te gustaría, y tal vez, como me ocurrió a mí, ante esa lucha constante, permanente y que gana muchas batallas, te den ganas de levantarte y aplaudir por el valor y coraje de un rey que, al fin y al cabo, no es más que un hombre.

 

1 comentario:

  1. Si quieres, también puedes animarte y dejar un enlace para las piezas de la BSO que más te hayan gustado en cualquiera de las películas.
    =)

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