Luchar por un sueño, por un deseo...luchar por AMOR.
Esto es lo que hace Sam. Un joven con un retraseo mental, que tiene una hija que se llama Lucy...y ¿ por qué Lucy? Pues porqué a Sam le encanta la canción Lucy in the Sky with Diamonds, así de simple.
No creo que haga falta describir la pelicula... Simplemente decir que cuando se quiere algo, se debe luchar por ello, y eso, Sam, lo tiene muy claro. No podemos hacer caso a todo lo que nos dicen y se deben sacar fuerzas cuando el mundo nos va encontra.
Eso si, el apoyo de los amigos, siempre es fundamental, y la amistad es otro punto fuerte que refleja la pelicula.
No sé cómo explicarla, por lo tanto, os animo a que la analizais vosotros mismos.
Y para que disfruteis tanto como SAM de la canción, aquí teneis el enlace.
ES UNA HISTORIA QUE HABLA DE UN HOMBRE Y DE UN MONSTRUO
Os pido solamente que veáis estos 6 primeros minutos del inicio de la película con el volumen tan alto como el ordenador os permita y,SI NO SE OS PONE LA PIEL DE GALLINA, PODÉIS CERRAR LA PÁGINAy no terminar de leer esta entrada.
Supongo que si habéis visto estos pocos minutos de vídeo habréis seguido leyendo y, si no lo habéis hecho todavía, os invito a que reflexionéis sobre la frase con la que comienzo esta entrada: ES UNA HISTORIA QUE HABLA DE UN HOMBRE Y DE UN MONSTRUO. ¿Pensáis que es cierto?
Un bebé... ¡un monstruo!
Esto es un demonio atroz, lo devuelvo al infierno donde pertenece.
¿Qué? ¿Deberé cargar con este deforme?
Yo te esconderé donde jamás sepan de ti.
Creo que sobran las palabras para hablar de esta película solamente con haber visto el principio. Podemos ver hasta donde puede llegar la crueldad humana reflejada hacia otros humanos. No olvidemos que se ambienta alrededor del siglo XV, pero pensemos si hoy en día se podría comparar con determinados pensamientos o actuaciones de algunos hombres y mujeres de nuestra sociedad.
Por si os habéis quedado con ganas de más, os dejo otros 4 minutos de la película dónde podréis observar la poca humanidad de un hombre y el gran corazón humano de otro.
Te aparto por tu bien.
¿Cómo a protegerte voy si no te escondes siempre aquí?
- Estás deforme.
- Estoy deforme.
- Y eres feo.
- Y soy muy feo.
- Y esos son crímenes que el mundo no permite.
- Vete y te dirán que eres un monstruo.
- Soy un monstruo.
- Vete y siempre se reirán de ti.
- Soy un monstruo.
Siento que yo apenas soy un hombre.
Yo me estoy muriendo por saber lo que es pasar sólo un día en compañía.
Donde viven sin sentir lo que es para mí el vivir un día ahí.
¿No cree capitán, que observar un caso como este bien vale un año de la vida de un médico? Lo que puede ocurrir es imprevisible.
[...]
El cerebro ha sufrido lesiones graves e irreparables, de no estar seguro de esto no le hubiera permitido seguir viviendo. Su existencia no tiene justificación sino es como estudio para ayudar a otros. Cuídenle como si él se enterase de lo que le están haciendo y sintiese dolor en caso de equivocación. El personal sanitario debe recordar que la atención médica prohíbe permitirse toda debilidad sentimental respecto al paciente. Eviten tal debilidad recordando que a un individuo sin cerebro le es imposible tener dolor, placer, recuerdos, sueños o pensamientos de ningún género. Por tanto, este joven estará tan carente de emociones y de ideas como lo están los muertos hasta el día en que se reúna con ellos.
Este fragmento pertenece a algunos de los primeros minutos que aparecen en la película "Johnny cogió su fusil", film ante todo antibelicista y con una clara reflexión sobre la eutanasia. Johnny, o Joe para los amigos, es un joven que de manera voluntaria se alista en el ejército estadounidense para combatir en la 1ª Guerra Mundial. Su desgracia ocurrirá cuando cae una bomba sobre él que le deja sin extremidades, ciego, sordo y mudo. Como tras esto sigue con vida, los médicos deciden mantenerle con vida para ver como evoluciona y que es lo que se "puede sacar" o "aprovechar" de su situación.
La película discurre a lo largo de los sentimientos, emociones, recuerdos, sueños, conversaciones con Jesús y fantasías que Johnny tiene durante su estancia en el hospital y su desesperación al empezar a ser consciente de su situación y no ser capaz de comunicarse con nadie. Solamente observaremos en blanco y negro las escenas que muestran el presente y lo que es real, el resto de las imágenes del film se nos muestran en color.
Seguramente esta película nos recuerde, entre otras cosas, a todos esos niños, niñas y adultos que, siendo conscientes de su entorno, tienen dificultades para comunicarse con éste... y la desesperación que deben sentir al no poder, o no creer poder, hacer nada al respecto.