lunes, 2 de mayo de 2011

JOHNNY COGIÓ SU FUSIL

¿No cree capitán, que observar un caso como este bien vale un año de la vida de un médico? Lo que puede ocurrir es imprevisible. 
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El cerebro ha sufrido lesiones graves e irreparables, de no estar seguro de esto no le hubiera permitido seguir viviendo. Su existencia no tiene justificación sino es como estudio para ayudar a otros. Cuídenle como si él se enterase de lo que le están haciendo y sintiese dolor en caso de equivocación. El personal sanitario debe recordar que la atención médica prohíbe permitirse toda debilidad sentimental respecto al paciente. Eviten tal debilidad recordando que a un individuo sin cerebro le es imposible tener dolor, placer, recuerdos, sueños o pensamientos de ningún género. Por tanto, este joven estará tan carente de emociones y de ideas como lo están los muertos hasta el día en que se reúna con ellos. 

Este fragmento pertenece a algunos de los primeros minutos que aparecen en la película "Johnny cogió su fusil", film ante todo antibelicista y con una clara reflexión sobre la eutanasia. Johnny, o Joe para los amigos, es un joven que de manera voluntaria se alista en el ejército estadounidense para combatir en la 1ª Guerra Mundial. Su desgracia ocurrirá cuando cae una bomba sobre él que le deja sin extremidades, ciego, sordo y mudo. Como tras esto sigue con vida, los médicos deciden mantenerle con vida para ver como evoluciona y que es lo que se "puede sacar" o "aprovechar" de su situación. 


La película discurre a lo largo de los sentimientos, emociones, recuerdos, sueños, conversaciones con Jesús y fantasías que Johnny tiene durante su estancia en el hospital y su desesperación al empezar a ser consciente de su situación y no ser capaz de comunicarse con nadie. Solamente observaremos en blanco y negro las escenas que muestran el presente y lo que es real, el resto de las imágenes del film se nos muestran en color.



Seguramente esta película nos recuerde, entre otras cosas, a todos esos niños, niñas y adultos que, siendo conscientes de su entorno, tienen dificultades para comunicarse con éste... y la desesperación que deben sentir al no poder, o no creer poder, hacer nada al respecto. 

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